LA CINCUENTENA PASCUAL LA VIVIMOS Y CELEBRAMOS COMO UN SOLO DÍA.


Dice San Atanasio: “Los 50 días que van desde el Domingo de Resurrección hasta el Domingo de Pentecostés se han de celebrar con alegría y exultación, como si se tratase de un solo y único día festivo, como un gran Domingo”.

Con la reforma del Año Litúrgico, la Cincuentena Pascual ha vuelto a ser otra vez “el tiempo simbólico que recuerda a Cristo Resucitado, presente en su Iglesia, a la que hace donación de la promesa del Padre, el Espíritu Santo” (Cf Lc 24,49; Hch 1, 4; 2, 32).

El tiempo de Pascua es un tiempo fuerte del Año litúrgico, de más importancia que la Cuaresma, a la que supera en tiempo y simbolismo.

La Cuaresma dura cuarenta días y,  es figura de esta vida, de prueba y de tentación.

La Cincuentena Pascual dura cincuenta días y, es figura de la eternidad.

Cristo, en su Misterio Pascual, ha pasado a una nueva forma de existencia. Ha sido constituido “Señor” y “Primogénito” de toda la creación. Ha entrado, definitivamente, en la esfera del Espíritu. Y, como este “PASO”(Pascua) lo ha dado como Cabeza de la nueva humanidad, se ha convertido en modelo y prototipo de lo que la Iglesia entera, la comunidad de creyentes, deberá realizar.

Cristo es el “Hermano Mayor, que ha recorrido el camino a la nueva Vida y se ha convertido en el “Príncipe de la Vida” (Hch 3,15), en el “Primogénito de entre los muertos”(1Co 15).

Los cristianos vamos desarrollando, en la historia, la Pascua de Jesús. La Pascua se ha cumplido en Cristo, nuestra Cabeza, pero todavía tiene que cumplirse en nosotros. El Paso al Padre y a la nueva existencia se continúa en nosotros. En este sentido, podemos decir, que la Pascua no está terminada.

 

LA CINCUENTENA PASCUAL:

1.-Simbolismo de la luz y 2.-Simbolismo del agua

1.-Simbolismo de la luz

Durante la Cincuentena Pascual, el Cirio debe iluminar todas las celebraciones de la Comunidad cristiana: Eucaristía, Sacramentos, Liturgia de las Horas. Iluminación que deberá prolongarse hasta la tarde de Pentecostés.

En el Sacramento del Bautismo y en la Misa de Exequias deberá encenderse el Cirio Pascual:

-En el Bautismo, como recuerdo simbólico de la incorporación a la Muerte y Resurrección de Cristo.

En el rito del Bautismo, los padres encienden una pequeña vela del Cirio pascual y, a continuación, el Presidente les exhorta diciendo:

“Que vuestros hijos, iluminados por Cristo, caminen siempre como hijos de la luz”.

-En las Exequias se enciende también el Cirio, dando de este modo, un tono pascual al momento culminante de la vida cristiana. El que comenzó  su camino de fe a la luz de Cristo, lo concluye con la misma luz.

2.-Simbolismo del agua.

Para la iglesia, el símbolo del agua es, fundamentalmente, Bautismal. Esto lo vemos:

- En la aspersión que inaugura la consagración de una Iglesia: “Santifica con tu bendición esta agua…, para que rociada sobre nosotros y sobre los muros de esta Iglesia, sea señal del bautismo, por la cual, lavados en Cristo, llegamos a ser templos de tu Espíritu”.

- Al inicio de la Unción de Enfermos: “Que esta agua nos recuerde nuestro Bautismo en Cristo, que nos redimió con su Muerte y resurrección”.

- En las oraciones de la bendición del agua, antes del bautismo, se hace memoria de las maravillas realizadas por Dios en las aguas de la Creación, en las del Diluvio, en las del Mar Rojo y en las del Jordán, dando paso a una vida nueva.

La última oración concluye diciendo:

“Te pedimos, Señor, que el poder del Espíritu Santo, por tu Hijo, descienda sobre el agua de esta fuente, para que los sepultados con Cristo, en su muerte, por el Bautismo, resuciten con él a la Vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Lecturas del Nuevo Testamento. Durante la Cincuentena Pascual, se proclaman las lecturas del Nuevo Testamento, ya que la Pascua es tiempo de plenitud, novedad, y cumplimiento, mientras que el Antiguo Testamento es promesa y figura.

Se hacen lecturas de los Hechos de los Apóstoles, las Cartas de San Pedro, la 1ª carta de San Juan, Apocalipsis y Evangelio de San Juan. Todos estos libros se caracterizan por tener una dimensión pascual y adquieren una significación peculiar al ser leídos e interpretados desde la perspectiva del misterio pascual.

Los Hechos de los Apóstoles nos hacen descubrir a la Comunidad primitiva, que ha nacido de la Pascua de Jesús, por la fuerza de su Espíritu, que la anima y mantiene en la unidad.                            

Es la Comunidad, que ha nacido del agua y del Espíritu, la que se reúne, regularmente, para escuchar la predicación de los Apóstoles, la que celebra con gozo la fracción del pan, prolongando así la experiencia de las apariciones en la Eucaristía y espera, con ansiedad, la venida del Señor al final de los tiempos.

PASTORAL DEL TIEMPO PASCUAL

La importancia de este tiempo pascual deberá traducirse en:

1.-Ambientación de las celebraciones:

- Por la abundancia de luces y flores                                        

- Por la música de fondo antes de las celebraciones                         

- Por la presencia del Cirio, encendido, adornado con flores.

2.-Estilo de las celebraciones:

- Aspersión del agua, en vez del acto penitencial, cantando como recuerdo pascual del Bautismo.

- Destacar la Plegaria Eucarística, cantando mucho: el Aleluya, el Prefacio, el Santo, las aclamaciones, el Cordero de Dios, los cantos de Comunión y en la despedida final, a la Reina del Cielo.

- Impartir la bendición solemne, al final de la Eucaristía, todos los Domingos.

- Predicación con un tono pascual, invitando a vivir con alegría la salvación.

3.-Un tiempo Sacramental por excelencia:

- Es el tiempo apropiado para celebrar los Sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Eucaristía y Confirmación, haciendo entender a los fieles que los Sacramentos son participación de la Pascua del Señor, de su Muerte, Resurrección y efusión del Espíritu Santo.

-Llevar la Comunión a los enfermos, los Domingos.

-Celebrar, en una Solemne Eucaristía, la Pascua del Enfermo, administrando el Sacramento de la Unción.

- Organizar y festejar encuentros comunitarios de los distintos grupos parroquiales o bien, con motivo de cumplirse algún aniversario.

CONCLUSIÓN.-

En la Cincuentena Pascual, la liturgia nos invita a cantar y a dar gracias al Señor, por la Fiesta Universal, por la Victoria de la Cruz, por la Noche Bautismal.

La Pascua es la Novedad eterna, la fiesta de la luz donde la sala del festín se llena de invitados que celebran al Señor y cantan la alegría dada a luz en el dolor.

Para todos, mi más cordial felicitación Pascual.

¡     CRISTO HA RESUCITADO,

        ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA !

 

                   José Candelario Peralbo Ranchal, O.Carm

 


 

  NUESTRA PASCUA INMOLADA, ALELUYA

 

Nuestra Pascua inmolada, aleluya,

Es Cristo, el Señor, aleluya, aleluya, aleluya.

 

¡Pascua sagrada! ¡Oh fiesta de la luz!

Despierta, tú que duermes, y el Señor te alumbrará.

 

¡Pascua sagrada! ¡Oh fiesta universal!

El mundo renovado canta un himno a su Señor.

 

¡Pascua sagrada! ¡Victoria de la cruz!

La muerte, derrotada, ha perdido su aguijón.

 

¡Pascua sagrada! ¡Oh noche bautismal!

Del seno de las aguas renacemos al Señor.

 

¡Pascua sagrada! ¡Eterna novedad!

Dejad el hombre viejo, revestíos del Señor.

 

¡Pascua sagrada! La sala del festín

se llena de invitados que celebran al Señor.

 

Pascua sagrada. ¡Cantemos al Señor!

Vivamos la alegría dada a luz en el dolor.



 

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