PRÁCTICA DE LA “LECTIO DIVINA”



1.- EN QUÉ CONSISTE LA LECTIO DIVINA

LA “LECTIO DIVINA” no consiste en una serie de conocimientos o explicaciones de la Sagrada Escritura, sino en una “experiencia sapiencial”. Se trata de hacer oración a través de una lectura de la Biblia.

   ¿”Cómo puedes saber

 que has hecho Lectio Divina”?

 

R: -Cuando se dibujen en tu corazón los rasgos del Verbo Encarnado. Para ello hace falta que entre en acción el actor principal que es el Espíritu Santo.

-Solamente el Espíritu Santo puede mudarte el corazón y entonces podrás mirar con ojos nuevos y oír con oídos nuevos para descubrir la clave de la “lectio divina” que no es otra que el Señor Jesús.

La “Lectio Divina” la practicaron mucho los primeros Carmelitas. Alimentados con la Palabra de Dios, se fortalecían con pensamientos santos, y procuraban vivir en obsequio de Jesucristo.

         En el siglo Xll encontramos, en la obra de Guido II, abad de la Gran Cartuja de Grenoble (+ 1188), una exposición metódica de la lectio divina, en la Scala claustralium (PL 184 475-484), con un tratado sistemático, en forma de carta, al monje Gervasio. El autor trató de explicar los varios momentos de la “lectio divinavaliéndose de la imagen de los cuatro peldaños de una escalera que se apoya en la tierra y llega al cielo. Estos cuatro peldaños son: lectura, meditación, oración y contemplación.    

  

La lectura lleva a la boca la comida sólida. La meditación la mastica. La oración la saborea. La contemplación la degusta y en ella se recrea.

         El autor, y toda la tradición monástica, hace remontar los cuatro escalones de la lectio divina, a la explicitación concreta de las palabras de Jesús sobre la oración asidua (Lc 11, 9): “Buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá”. Buscad en la lectura y encontraréis en la meditación, llamad en la oración y se os abrirá en la contemplación…”

         Tras el Concilio Vaticano II se multiplicaron las formas sobre la práctica de la lectio divina.

 

La “Lectio Divinatrata de esculpir en ti, el rostro de Cristo. En ti, que vives hoy; en ti que sufres hoy; en ti que esperas hoy”.  

 

Toda la Sagrada Escritura constituye un solo libro y este único libro es Cristo, porque toda la Sagrada  Escritura habla de Cristo y en Él encuentra su cumplimiento” (Hugo de San Víctor).

 

2.- MÉTODO PARA PRACTICAR LA “LECTIO DIVINA”

-Ambientaciòn de la celebración

-Oración al Espíritu Santo

Se comienza con unas palabras de Ambientación sobre la celebración y con la invocación al Espíritu Santo. Recuerda que la palabra que vas a leer está llena de la presencia de Dios.                El Espíritu Santo guiaba al autor sagrado mientras escribía y ahora te guía a ti para que la comprendas.

 

-CUATRO MOMENTOS DE LA “LECTIO DIVINA”.

 

1.-LECTIO (LECTURA del texto bíblico)

Lee el texto despacio y con cuidado. Si es posible en voz alta. Quédate un momento en silencio; deja que la Palabra de Dios cale en tu corazón. Permanece en actitud de escucha. Es Dios el que te está hablando. Trata de averiguar su mensaje. Pregúntate:       ¿Qué dice el texto?

-Permanece en silencio 5 minutos.

-Lee un comentario bíblico para profundizar más el texto

-Relee de nuevo, en voz alta, el texto bíblico.

 

2.-MEDITATIO. (MEDITACIÓN)

Reflexiona y medita el texto leído. Rúmialo y dialoga con él. Escudriña y profundiza el texto buscando los lugares paralelos en la Biblia. Trata de extraer el mensaje oculto en el texto sagrado. Confróntalo con tu vida y pregúntate: ¿Qué me dice hoy a mí este texto?

-Permanece en silencio, meditando durante diez o quince minutos, según el tiempo de que dispongas.

Cuando hacemos la “Lectio Divina” en Comunidad, podemos reunirnos después para compartir los frutos que hemos obtenido de la meditación. A este modo de proceder lo llamaban los Monjes, Collatio.

 

3.-ORATIO (ORACION).

Devolvemos a Dios la Palabra recibida. Hasta este momento ha sido Dios quien nos ha hablado a través de su Palabra. Él ha tenido la iniciativa, “nos ha amado primero” (1Jn 4,10.19).     Ahora nos toca a nosotros responderle mediante la oración de alabanza, de acción de gracias, de súplica o de petición.     Podemos hacerlo con sus mismas palabras: por ejemplo, recitando un Salmo. De esta manera oraba muchas veces Jesús.

 

4.-CONTEMPLATIO (CONTEMPLACIÓN).

La Contemplación es el último grado de la “Lectio Divina”; es su punto de llegada. Pero esta llegada se convierte en descanso para un nuevo comienzo.

La Contemplación es un don de la Oración. Dios, en su bondad, nos alcanza, envuelve nuestra vida en su misterio y aprendemos a pensar según Dios, a contemplar el mundo con la mirada de Dios y amar a la humanidad con el corazón de Dios.

 

“La Palabra está cerca de ti, la tienes en los labios y en el corazón”. Guarda alguna palabra o frase de esta Lectio en tu mente y repítela en tu corazón.

Concluimos elevando a Dios una oración de petición, de acción de gracias o de alabanza y terminamos recitando el Padrenuestro y dándonos la paz.

ANTÍFONA a la Santísima Virgen, nuestra Madre

 

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios.

No desoigas la oración de tus hijos necesitados.

Líbranos de todo peligro.                                                                                      ¡Oh, siempre Virgen, gloriosa y bendita

 

NOTA.-Los comentarios bíblicos y las oraciones los tomamos de la Web de la Orden del Carmen: http://www.ocarm.org

El Concilio Vaticano II dice que la verdadera renovación de la Iglesia vendrá cuando este libro se convierta en el libro de oración de todos los cristianos, como lo fue para los Padres de la Iglesia.

 

L E C T I O D I V I N A del Domingo 1 ºde Cuaresma. Ciclo B

 

Ambientación de la celebracion:

 La gran tentación del hombre de hoy es, querer reducir, todo el horizonte de su vida, a la mera satisfacción de sus deseos. Nuestra mayor satisfacción y, a veces, casi la única, es digerir y consumir comidas, artículos, objetos, espectáculos, libros, televisión, etc.  

Necesitamos “volver al desierto” y aprender de Jesús.

Necesitamos liberarnos de nuestra avidez egoísta y superficial, y escuchar a Dios que nos invita a gozar creando solidaridad, amistad y verdadera fraternidad.

 

Invocación al Espíritu Santo

Ilumíname, Señor, con tu Espíritu. Transfórmame, Señor, con tu Espíritu. Ilumíname, Señor, con tu Espíritu. Ilumíname y transfórmame, Señor.  

Y déjame sentir el fuego de tu amor aquí en mi corazón, Señor (bis)

Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu. Consuélame, Señor, con tu Espíritu. Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu. Fortaléceme y

Consuélame y Señor.

 

Oración

Dios todopoderoso, por medio de las prácticas anuales del sacramento cuaresmal concédenos progresar en el conocimiento del misterio de Cristo, y conseguir sus frutos con una conducta digna. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amen.

 

CUATRO MOMENTOS DE LA LECTIO DIVINA:

1.-LECTIO 2.- MEDITATIO 3.-ORATIO 4.-CONTEMPLATIO

 

I.-LECTIO. Leer el texto bíblico

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 12-15

(V.12:) A continuación, el Espíritu le empuja al desierto,(v.13:) y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían. (v.14:) Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: (v.15:) «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.»

Hacemos un momento de silencio (5 minutos) y nos preguntamos:                                                                       

¿Qué dice el texto?

Comentario bíblico:     

a) Contexto en el cual aparece el texto en el Evangelio de Marcos:

* La Buena Nueva de Dios, preparada a través de la historia (Mc 1, 1-8), fue proclamada solemnemente por el Padre en el momento del Bautismo de Jesús (Mc 1, 9-11). Ahora aquí, en nuestro texto, viene probada en el desierto (Mc 1. 12-13) y, de pronto, aparece el resultado de la larga preparación. Jesús anuncia la Buena Nueva públicamente al pueblo (Mc 1,14-15).

* En los años setenta, época en la que escribe Marcos, los cristianos, leyendo esta descripción del comienzo de la Buena Nueva, miraban en el espejo de la propia vida. Desierto, tentación y prisión, no faltaban. Eran el pan de cada día. Y, sin embargo, al igual que Jesús, trataban de anunciar la Buena Nueva de Dios.

 

b) Comentario de Marcos 1, 12-13: La Buena Nueva es atestiguada y probada en el desierto

 

Después del Bautismo, el Espíritu de Dios toma posesión de Jesús y lo transporta al desierto, donde se prepara para la misión.

*(Mc 1, 12s). San Marcos dice que Jesús estuvo en el desierto por espacio de cuarenta días y que fue tentado por Satanás. En San Mateo 4, 1-11, se lee más explícitamente la tentación: tentación del pan, tentación del prestigio, tentación del poder. Fueron las tres tentaciones que encontró el pueblo israelita en el desierto, después de la salida de Egipto (Dt 8,3-; 6,13.16). Tentación es todo aquello que nos aleja del camino de Dios. La Carta a los Hebreos dice: "Jesús fue tentado en todo como nosotros, excepto en el pecado" (Heb 4,15). Orientándose por la Palabra de Dios, Jesús afrontaba las tentaciones (Mt 4, 4.7.10). Metido en medio del pueblo y unido al Padre con la oración, fiel a entrambos, El resistió, y continuó en el camino del Mesías-Servidor, el camino del servicio a Dios y al pueblo (Mt 20,28).

* Marcos 1, 14: Jesús comienza el anuncio de la Buena Nueva.

Mientras Jesús se preparaba en el desierto, Juan Bautista fue arrestado por Herodes. Dice el texto: Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios. La prisión de Juan Bautista no asustó a Jesús: más bien al contrario. La experiencia del Bautismo le había abierto los ojos. El vio en el arresto de Juan la señal de la llegada del Reino. El encarcelamiento de Juan estaba ligado a la política del país. También hoy los hechos de la política influyen en el anuncio que nosotros hacemos de la Buena Nueva al pueblo.

Marcos dice que Jesús proclamaba el Evangelio de Dios. Jesús nos hace saber que Dios es una Buena Noticia para la vida humana. Dice San Agustín: "Nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en Ti". El anuncio de Jesús respondía a las ansias más profundas del corazón humano.

* Marcos 1, 15:

El anuncio de la Buena Noticia de Dios tiene cuatro puntos: a) La espera ha terminado. b) El Reino de Dios ha llegado. c) Cambiar la vida. d) Creer a la Buena Noticia.

        

Relectura del texto bíblico: Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 12-15

II.-MEDITATIO: (Meditación)

 Nos dejamos interpelar por la Palabra de Dios y nos preguntamos: ¿Qué me dice el texto?

¿Qué tiene que ver este texto con mi vida? ¿Cómo me veo reflejado en él?

Tras unos momentos de silencio meditativo (un cuarto de hora o veinte minutos), podemos compartir nuestras reflexiones con los hermanos. A este modo de proceder lo llamaban los Monjes, Collatio.

 

III.-ORATIO: (Oración) 

Respondemos comunitariamente a Dios con sus mismas palabras, recitando un Salmo o una oración apropiada para el momento

Salmo 130 (129)

Desde lo hondo a ti grito,

Señor; Señor, escucha mi voz;

estén tus oídos atentos a la voz

de mi súplica.

 

Si llevas cuenta de los delitos,

Señor, ¿quién podrá resistir?

Pero de ti procede el perdón,

y así infundes respeto.

 

Mi alma espera en el Señor,

espera en su palabra;

mi alma aguarda al Señor,

más que el centinela la aurora.

 

Aguarde Israel al Señor,

como el centinela la aurora;

porque del Señor viene la

misericordia, la redención

copiosa; y él redimirá a Israel

de todos sus delitos.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

Por los siglos de los siglos, Amén.

 

IV.-CONTEMPLATIO  (Contemplación)

Es el punto de llegada, la cual se convierte en descanso para un nuevo comienzo.

 

“La Palabra está cerca de ti, la tienes en los labios y en el corazón”.

Guarda alguna palabra o frase de esta Lectio en tu mente y repítela en tu corazón. Contempla el mundo con la mirada de Dios y ama a la humanidad con el corazón de Dios.

 

Concluimos elevando a Dios una oración de petición, de acción de gracias o de alabanza y terminamos recitando el Padrenuestro y dándonos la paz.

ORACIÓN:

Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra, que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

 

CANTO FINAL a la Santísima Virgen, nuestra Madre.

 

Bajo tu amparo nos acogemos,

Santa Madre de Dios.

No desoigas la oración de tus hijos necesitados.

Líbranos de todo peligro. ¡Oh, siempre Virgen,

gloriosa y bendita.

 

 

 

 

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