TIEMPO DE ADVIENTO

La palabra ADVIENTO viene del latín, Adventus, que significa VENIDA. Hace referencia a la venida de Jesús en la Navidad.

A partir del 17 de diciembre se inician las llamadas “Ferias Mayores de Adviento”.  

Comienzan a recitarse, durante siete días, las antífonas del Magnificat, con la exclamación castellana “Oh”, procedente del latín “O”.                                                                                 

La liturgia, a través de los himnos y de las antífonas del Magníficat, expresan un deseo ardiente, pidiendo que aparezca pronto el Salvador.

Se invoca a los Cielos, que lluevan de lo alto y nos manden al Santo.

Que en la tierra germine el Salvador.

Que venga el Pastor de la casa de Israel

y nos rescate con el poder de su brazo.

Que la Sabiduría nos enseñe el camino de la salvación.

Que el Hijo de David venga a liberarnos.

Que la Llave de David venga a liberar

a los que le esperan en tinieblas.

Que el Sol naciente venga a iluminar

a los que yacen en sombras de muerte. 

Que el Rey de las naciones venga a liberar

a los hombres que ha creado.

Que el Emmanuel, Salvador de las naciones,

venga pronto a liberarnos.

Durante 4 Domingos nos preparamos para esta venida que recordamos con la Corona de Adviento. 

En nuestra Iglesia del Buen Suceso de Sevilla, solemos poner, en sitio visible, la corona de Adviento, que consiste en colocar cuatro velas, rodeadas de algunas ramas verdes; con ello queremos expresar que nos preparamos durante cuatro Domingos para celebrar la Solemnidad del Misterio de la Navidad. Cada Domingo encendemos una vela hasta completar las cuatro. 

En algunos centros de culto, las velas suelen ser de cuatro colores distintos: morado, verde, rosado y blanco. Cada Domingo se enciende una vela más hasta completar las cuatro. Algunos liturgistas suelen atribuirle un significado a cada color. El morado indicaría la sobriedad, el recogimiento; el verde, la esperanza; el rosado, la alegría; y el blanco, la luminosidad, la llegada inmediata de Jesús. 

Resulta muy significativo el uso de la casulla rosa con la que va revestido el celebrante el Domingo tercero de Adviento. Dicho color expresa alegría y gozo por la cercanía del nacimiento de Jesús en la Navidad. Este Domingo tercero ha sido llamad durante muchos siglos, de “Gaudete”, por alusión a la primera palabra latina de la antífona de entrada de la Eucaristía: “Gaudete in Domino semper…..Estad siempre alegres en el Señor” (Filipenses 4, 4-5).

Solamente dos veces al año usa la iglesia los ornamentos rosa en las celebraciones litúrgicas: en el Domingo 3º de Adviento, llamado de “Gaudete” y en el Domingo 4º de Cuaresma, llamado de “Laetare”, por alusión a la primera palabra de la antífona de entrada de la Eucaristía, “Laetare Jerusalem…..Alégrate, Jerusalén”. Con esta expresión se quiere significar la alegría que siente el cristiano por la cercanía de la celebración Pascual.

Al inicio de la celebración eucarística de cada Domingo de Adviento se canta un estribillo y, a continuación, la estrofa correspondiente. Se concluye con una oración en la que se explica el sentido de ese Domingo.


Lecturas de los Domingos de Adviento


Domingo Primero

Del libro de Jeremías 33, 14-16: Suscitaré a David un vástago legítimo

Salmo responsorial: 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14 (R.: 1b)

Resp. A ti Señor, levanto mi alma

De la carta de san Pablo a los Tesalonicenses 3, 12—4, 2:                

Que el Señor os fortalezca internamente, para cuando Jesús vuelva

Evangelio según san Lucas 21, 25-28. 34-36: Se acerca vuestra liberación


Domingo Segundo

Del libro de Baruc 5, 1-9 : Dios mostrará tu esplendor

Salmo responsorial: 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R.: 3)

R. El Señor ha estado grande con nosotros,y estamos alegres.

De la carta de san Pablo a los Filipenses 1, 4-6. 8-11: Que lleguéis al día de Cristo limpios e irreprochables

Evangelio según san Lucas 3, 1-6: Todos verán la salvación de Dios


LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE SANTA MARÍA VIRGEN

Del libro del Génesis 3, 9-15. 20: Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer

Salmo responsorial: 97, 1. 2-3ab. 3c-4 (R.: 1a)

R. Cantad al Señor un cántico nuevo,

porque ha hecho maravillas.

De la carta de san Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12: Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo

Evangelio según san Lucas 1, 26-38: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo


Domingo Tercero

De la profecía de Sofonías 3, 14-18ª: El Señor se alegra con júbilo en ti

Salmo responsorial: Isaías 12, 2-3. 4bcd, 5-6 (R.: 6)             

R. Gritad jubilosos: «Qué grande es en medio de ti

el Santo de Israel».

De la carta de san Pablo a los Filipenses 4, 4-7: El Señor está cerca

Evangelio según san Lucas 3, 10-18: ¿Qué hacemos nosotros?


Domingo Cuarto

De la profecía de Miqueas 5, 1-4ª: De ti saldrá el jefe de Israel

Salmo responsorial: Salmo 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 (R.: 4)

R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

De la carta a los Hebreos 10, 5-10: Aquí estoy para hacer tu voluntad

 Evangelio según san Lucas 1, 39-45: ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?


Las lecturas de los dos primeros Domingos de Adviento tienen una perspectiva existencial, hacen referencia a la Parusía o venida del Señor, al final de los tiempos. 

Las lecturas de los Domingos 3º y 4º tienen una perspectiva cultual, hacen referencia a la primera venida del Señor, en la Navidad.

   José Candelario Peralbo Ranchal, O. Carm


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